Miércoles de ceniza. “Convertíos a mí de todo corazón” (Jl. 2,12).

Si todavía no la hemos leído, tomemos la última encíclica del papa, Dilexit nos (¡Nos amó!) y estudiemos con detenimiento el primer capítulo sobre el Corazón. Es una profunda reflexión bíblico antropológica sobre la condición humana, justo lo que necesitamos para volver nuestro corazón a Dios, pues en esto consiste la conversión. Vale la pena que, en este año de gracia, en esta Cuaresma que hoy comienza, repitamos muchas veces, mirando el corazón abierto de Cristo: “Nos amó”: “Contemplando el Crucificado”: “Cuando te veo “Todo” en esa cruz //El cuerpo descolgado // Y pienso, y siento, // “Todo”, te entregaste todo… //No sé qué lágrimas me invaden por dentro // Y sigo repitiendo, silenciosamente // “Todo” “Todo”.