“Que sean compasivos.” Mt 9, 9-13

Ante la llamada de Jesús, a los que estamos enfermos física, emocional o socialmente, se pueden suscitar muchas reacciones: algunos se alegran del alivio que podemos tener, otros se escandalizan de vernos sentados a su mesa; unos celebran el amor de Dios, otros tratan de excluirnos del camino; unos cuidan y alimentan esa llamada, otros la ignoran y juzgan.

Sin embargo, Jesús se empeña en seguir sanando a los que llama e insiste en que lo importante es la compasión. Qué testimonio tan creíble sería para el mundo de hoy, ver familias, comunidades, parroquias en las que la compasión fuera el camino de evangelización.