Es muy diciente y conmovedor ese encuentro de María Magdalena con el Resucitado: ella lo reconoce cuando se siente llamada por su nombre, no puede dudar de que es Él, su maestro a quien buscaba llena de lágrimas y dolor. Quiere abrazarlo, quedarse con Él, pero no es eso lo que Jesús quiere de ella; se trata de un encuentro que le cambiará la vida; ahora ella será su mensajera la que podrá decir con verdad a sus hermanos que ha visto al Señor y que ha escuchado su mensaje, esa buena noticia que tendrán que anunciar a todo el mundo. ¿Qué nos dice este relato hoy a todos los que hemos celebrado con gozo la Resurrección del Señor? ¿Qué nos dice de manera especial a las mujeres?.