“Señor, enséñame tus caminos”. Salmo 24
El Salmo 24 nos invita a reconocer la supremacía de Dios y a abrir nuestro corazón para recibir su bendición. Nos recuerda que solo aquellos que se acercan a Dios con sinceridad y pureza de corazón, pueden disfrutar de su presencia y experimentar su guía y protección en sus vidas.
También a nosotros nos sucede que tenemos que realizar elecciones decisivas en la vida, que comprometen nuestra conciencia y todo nuestro ser. En ocasiones tenemos delante muchos posibles caminos y nos sentimos indecisos por no saber cuál es el mejor; en otros momentos nos parece no vislumbrar ninguno…
Buscar un camino para avanzar es algo profundamente humano, y a veces necesitamos pedir ayuda a quien consideramos un amigo.
La fe cristiana nos introduce en la amistad con Dios: él es el Padre, nos conoce íntimamente y quiere acompañarnos.
Unámonos al salmista diciendo: Señor, enséñanos tus caminos…