Algunos le hacen preguntas para ponerle trampas: ¿le es lícito al hombre repudiar a su mujer? Jesús responde que éste no es el proyecto de Dios, aunque Moisés les haya permitido, “por la dureza de su corazón”. Jesús está proponiendo algo nuevo, volver al proyecto primero del Creador. Ser fieles a los compromisos asumidos ante Dios no es fácil y Jesús está enseñando algo no antes oído, sino algo difícil, como asumir la cruz, renunciar a sí mismo, un discipulado fiel y exigente. ¿Somos nosotros de las personas facilistas, o nos esforzamos, por amor, a ser cada vez mejores esposos, esposas, papás o mamás, laicos o religiosos? ¿Ante quién vivimos nuestras dificultades? ¿Cómo las resolvemos? ¿Vamos en el camino de Jesús y Él es el Maestro, el Señor? Dejémonos enseñar por Él.