Paráclito (Defensor) y Espíritu de la verdad. Jesús anuncia el don del Espíritu diciendo: “cuando éste venga, también dará testimonio de mí…”. El testimonio es ante todo una prueba, una afirmación de certeza. Los discípulos dieron testimonio de Jesús entregando, ellos también, la vida por su Maestro y Señor. De generación en generación, hemos recibido la fe a través de muchos testigos de ayer y de hoy. Podemos hacer la lista de quienes han sido pilares de nuestras convicciones cristianas. La vida de Santa Juana es uno de estos pilares. Existe un retablo antiguo en el que se ha querido pintar la presencia del Espíritu Santo en su vida, en su inspiración. Juana escribió para sus hijas: “Sed en todas partes el buen olor de Cristo, para que quienes os vean glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”. ¿Cuál es la herencia de fe que queremos dejar a las generaciones venideras?