“Se lo has revelado a los sencillos.” Mt 11, 25-27
Después de varios días, en los que Jesús decepcionado de lo que ve en el mundo, se entristece, hoy aparece en sus labios una alabanza por los sencillos, los pobres, los niños, los pequeños.
Ellos, a diferencia de los “sabios y entendidos”, por la bondad y belleza de su corazón han sabido reconocer el paso de Jesús por sus vidas, ellos saben de gratitud y entrega, de confianza y abandono, de alimento y hogar para todos. No están detrás del prestigio y la fama, sino de vivir en la verdad.
Demos gracias por esas personas que nos revelan con sus actitudes el rostro del Padre y en el anonimato de sus vidas, son testimonio fiel de la compasión de Dios.