Domingo, 28 de septiembre

Domingo, 28 de septiembre

“Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no se convencerán ni, aunque resucite un muerto” L. 19-31

La liturgia de hoy nos habla de la importancia de la escucha. Hace unos días nos recordaba el evangelio que Jesús daba a conocer que su familia, son aquellos que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica. Hoy con esta historia que Jesús les narra a los fariseos, quiere enseñar que la escucha es necesaria para movilizar nuestra fe, para dejar de mirarnos a nosotros mismos y mirar las necesidades de las personas que nos rodean. Pidámosle que nos ayude a tener los oídos, los ojos, el corazón y las manos abiertas para poder escucharlo y vivir de acuerdo a lo que nos suscita por medio de su mensaje. Que nuestra manera de vivir sea de total apertura para que así seamos instrumentos de su amor y su verdad.

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