¿Dónde está, muerte, tu victoria? (1 Cor. 15,55).
En estos tiempos de pensamiento secular, cuando absorbidos por el “aquí” y el “ahora” que nos recetan todos los seguidores de la “mente plena”, no queremos ni saber de la muerte, aunque se nos aparezca en todas las esquinas de la casa. Pablo entusiasma a los corintios con palabras intensas: “Cuando esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: «La muerte ha sido absorbida en la victoria. ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón?». Pronto empezaremos la Cuaresma: ahora estamos en carnaval…, pero la liturgia nos invita a tomar en serio la oferta que nos ha hecho Jesús; ¡ha vencido la muerte! Nosotros-as, que nos contamos entre sus seguidores-as, mantengamos firme la esperanza, mantengámonos en pie, como quien otea el futuro.