Una lámpara que alumbre a todos
El evangelio de hoy continúa con el tema de la respuesta a la Palabra. Esta parte se centra más en los que reciben la luz. El reto consiste en darnos cuenta de que la luz no es sólo para nosotros, sino para todo el mundo. No podemos cubrirla con una cesta ni esconderla debajo de una cama. Nuestro mundo puede dar miedo y es tentador compartir nuestra luz principalmente con personas afines. Sin embargo, estamos llamados a poner nuestra lámpara directamente en el mundo. Jesús nos recuerda que, según midamos a los demás, así se nos medirá a nosotros.