PERDONAR
Avanzamos en el camino del Adviento, tiempo propicio para perdonar. “Él, viendo la fe que tenían, dijo: tus pecados quedan perdonados” (Lc.5,17-26). El pecado paraliza la vida y el corazón. Cuántos rencores guardados y cuánto egoísmo que nos encierran en nosotros mismos. Es tiempo de volver a Dios, de volver a los hermanos. La llegada del Señor viene cargada de amor, compasión y misericordia. El perdón es el abrazo del Padre que calma nuestra soledad y aislamiento, es un abrazo que derrocha amor tierno e incondicional.