Jueves, 12 de septiembre 2024

“Bendita tú entre las mujeres” (Lucas 1, 39-57)

Que este gran día en el que, como iglesia, resaltamos el Santo Nombre de María, sea ocasión para agradecer primero a Dios Padre, porque eligió a María, mujer sencilla y humilde, bendita entre todas las mujeres, llena de luz y ternura para ser la Madre del Redentor… Demos gracias a su Hijo Jesús, porque la hizo también madre nuestra y madre de la Iglesia. Gracias al Espíritu que la cubrió con su sombra. Y no podemos dejar de dar gracias a María, porque, primeramente, se abrió a la escucha del anuncio del mensajero de Dios, porque sin importarle los sufrimientos que esto le significaría, dio su Sí e hizo posible nuestra salvación. El dulce nombre de María, pronunciemos con fervor, pidiéndole nunca aparte su corazón inmaculado y misericordioso, de la humanidad caída y necesitada de salvación.