“El Espíritu del Padre hablará por ustedes”. Mt 10, 16-23
Jesús sabía bien que los principales enemigos del Reino eran las autoridades políticas y religiosas de su tiempo.
El texto de hoy es una buena carta de navegación, con una serie de recomendaciones que incluye la violencia con la que pueden llegar a ser tratados los discípulos si dan testimonio de Jesús.
Entre estas sugerencias, pide en su momento y hoy, que nos abandonemos en las manos del Padre y confiemos en que el Espíritu Santo hablará por nosotros. No necesitaremos argumentos, ni leyes, ni constituciones, porque será el Espíritu habitándonos el que hablará por nosotros.
No nos preocupemos por lo que vamos a decir. La verdad aparece cuando no nos buscamos a nosotros mismos ni queremos defender nuestro ego.