Martes 21 de mayo: “El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado”

Martes 21 de mayo: “El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado”

(Mc 9,37).

Los discípulos discuten sobre quien será el primero, pero Jesús les propone otro camino: el servicio, la sencillez, la acogida. No es tan fácil a veces tomarse el tiempo para acompañar a un niño, y menos, si está enfermo, en esta sociedad de la eficacia. La verdad es que en el mundo judío al que Jesús pertenecía, los niños les estorbaban, era trabajo para mujeres. Estas palabras de Jesús a los suyos son el comienzo de un cambio de mentalidad que muchos aún no tenemos. Nuestras competencias, rivalidades, primeros puestos, búsqueda de la eficiencia, nos distraen de este consejo de Jesús, tan lleno de sabiduría y compasión.

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