“Estén alegres, porque su recompensa será grande en el cielo” Mt. 5, 1-12ª
Celebrar la fiesta de todos los Santos, es sentirnos llamados e implicados en recorrer un camino. La santidad es una propuesta de vida para todos, es vivir al modo de Jesús, desde la propuesta de las bienaventuranzas: “Llama felices a los pobres, a los que sufren, a los que lloran, a los que tienen hambre y sed de justicia, a los misericordiosos, a los limpios de corazón, a los que trabajan por la paz, a los que son perseguidos por su fe.” En definitiva, es trabajar para ser felices, no desde un mundo que ofrece la felicidad en el acumular poder y riquezas, o desde el prestigio social. Más bien desde el amor solidario y compasivo.
¿Eres testimonio de felicidad, en medio de las oscuridades de este mundo?